Triste y con malas intenciones
ya no sé qué me dicen tus ojos...
No sé si vienen, si van, si están conmigo, o sólo a mi lado...
No sé si me mirás, si me esquivás, si tenés la mirada perdida,
si, tal vez, me mirás de costado pudorosamente... no sé nada...
Sos tan cruel como tus ambiciones...
O tal vez más... creo que más, pero no lo advertís...
o jugás sabiéndolo, mirándome cómo actúo con respecto a eso,
una marioneta sin hilos, soy... y vos de mí, aunque no lo admitamos...
Temblando y sonriendo...
Siempre, negra... siempre tiemblo, sonreís... siempre temblás y sonrío...
es nuestra gracia, nuestro carisma, nuestro truco frívolo de cónyuges...
¿Amarte es posible?
Con tanta melancolía... ¿cómo podría?
¡¿Cómo podría?! ... Como lo hago...
Temor y dolor, nos unen
no puedo pensar, en algo peor.
¿Hay algo que nos une, todavía? ¿Serán esas cosas? Me encantaría que aunque sea, fuese eso...
Y vos no desperdiciás baba boqueando...
Jamás, y ya te expliqué una vez... (tal vez, varias) yo si desperdicio de todo, de todo un poco...
Así juego yo... a veces... el que abandona, no tiene premio...
Señorita de las Cosquillas...