Ya no me cantes en la sien, con tu aroma de acero, con tu voz de litio...
Mas córtame la yugular, con tu mordisco de ambición y deseo.
Levanta la luz tenue, y ve con terror mis ojos blancos de ciego fúnebre,
mirándote detrás de tus córneas, sabes bien que me acomodo en ese camino.
Salta del décimo piso y grita cada vez más fuerte, cada vez menos escuchable. Cada segundo más desesperante...
Conmuévenos con tu canción, esa dramática pieza sonora...
Esa! Esa! Esa que te penetra por debajo de las uñas, hasta llegar a los tendones y cortarlos... La que mutila suave y atrozmente mis vísceras.
Prométeme una lágrima fría, falsa, dulce y morbosa.
Déjame seguir el camino de esa lágrima, desde tu párpado, por tu mejilla, hasta descubrir que debajo me espera esa sonrisa irónica tuya...
Otra vez a vos...
Triste y con malas intenciones
ya no sé qué me dicen tus ojos...
No sé si vienen, si van, si están conmigo, o sólo a mi lado...
No sé si me mirás, si me esquivás, si tenés la mirada perdida,
si, tal vez, me mirás de costado pudorosamente... no sé nada...
Sos tan cruel como tus ambiciones...
O tal vez más... creo que más, pero no lo advertís...
o jugás sabiéndolo, mirándome cómo actúo con respecto a eso,
una marioneta sin hilos, soy... y vos de mí, aunque no lo admitamos...
Temblando y sonriendo...
Siempre, negra... siempre tiemblo, sonreís... siempre temblás y sonrío...
es nuestra gracia, nuestro carisma, nuestro truco frívolo de cónyuges...
¿Amarte es posible?
Con tanta melancolía... ¿cómo podría?
¡¿Cómo podría?! ... Como lo hago...
Temor y dolor, nos unen
no puedo pensar, en algo peor.
¿Hay algo que nos une, todavía? ¿Serán esas cosas? Me encantaría que aunque sea, fuese eso...
Y vos no desperdiciás baba boqueando...
Jamás, y ya te expliqué una vez... (tal vez, varias) yo si desperdicio de todo, de todo un poco...
Así juego yo... a veces... el que abandona, no tiene premio...
Señorita de las Cosquillas...
ya no sé qué me dicen tus ojos...
No sé si vienen, si van, si están conmigo, o sólo a mi lado...
No sé si me mirás, si me esquivás, si tenés la mirada perdida,
si, tal vez, me mirás de costado pudorosamente... no sé nada...
Sos tan cruel como tus ambiciones...
O tal vez más... creo que más, pero no lo advertís...
o jugás sabiéndolo, mirándome cómo actúo con respecto a eso,
una marioneta sin hilos, soy... y vos de mí, aunque no lo admitamos...
Temblando y sonriendo...
Siempre, negra... siempre tiemblo, sonreís... siempre temblás y sonrío...
es nuestra gracia, nuestro carisma, nuestro truco frívolo de cónyuges...
¿Amarte es posible?
Con tanta melancolía... ¿cómo podría?
¡¿Cómo podría?! ... Como lo hago...
Temor y dolor, nos unen
no puedo pensar, en algo peor.
¿Hay algo que nos une, todavía? ¿Serán esas cosas? Me encantaría que aunque sea, fuese eso...
Y vos no desperdiciás baba boqueando...
Jamás, y ya te expliqué una vez... (tal vez, varias) yo si desperdicio de todo, de todo un poco...
Así juego yo... a veces... el que abandona, no tiene premio...
Señorita de las Cosquillas...
Malditos!
Maldita filosofía
Maldita lógica
Malditas leyes de Murphy
Maldita Coca desvanesida
Maltido teatro
Maldito celular
Maldito ardor de ojos
Maldito Zippo
Maldito yo
Maldito vos
Maldita lógica
Malditas leyes de Murphy
Maldita Coca desvanesida
Maltido teatro
Maldito celular
Maldito ardor de ojos
Maldito Zippo
Maldito yo
Maldito vos
Capítulo 57
Tal vez haya sido su incandescente mirada, tanteándome por todo mi universo, lo que logró que levantara mi ceja con un gesto de interrogación:
al no saber cómo reaccionar ante semejante descontrol que causó en mi alma, revolviendo, así, mis más inhóspitos sentimientos, sentimientos puros,
descontrolados que se juntaron en ese pasillo morboso por donde corre mi sangre...
Y ahora trato de alzar mi mano y llegar hasta ella. Su lujuria acabaría con mi lujuriosa avidez.
Saciar mis instintos es lo que deseo, ella enciendo con fulgor esa llama que no todos tenemos.
Juega conmigo, entérate de mi locura, la que carcome desmesuradamente nuestras cabezas.
Hazme entender... recuérdame que aún estoy a tiempo.
¿Vendrás por mí? ¿Te acercaras y sentirás mi insípida culpa? Somos astros que cada vez se alejan más y más... Basta! Acurruca mi dolor con tu ternura implacable, hazme sonreír un instante más... (una suerte de pulsión), un poco de agua en mi desierto árido, ¿Me permitirías ser optimista? ¿Lo harías? Dejarme desconfiar de la idea de que esos putos diablitos me ocultan en la oscuridad de la desolación... Oculta mi temor, que no me vean así, no me veas así! Tantas veces arrodillado y gritando al viento con mi garganta cerrada. Debo frenar esto. Pero, ¿Por qué sólo yo? Tú también me debes recordar (o al menos eso creíamos).
Dulce agonía, Triste alegría. Me desdicho entero...
Ahora sentado en la vieja esquina que nos protegía. Noche oscura, mucha calma. ¿Qué haré ahora?.
Incertidumbre es lo que tengo. Mejor espero. Espero que vengan a buscarme. Ya vendrán aquí estaré. Ellos son esos ignorantes arrogantes que nos delatan la sencilla e improbable soledad.
Justo ahora que no necesito sus hirientes murmuros a mis espaldas; sus sonrisas preparadas, siempre buscando quedar bien (besando al Diablo y a su Dios)
Y con qué razón buscan retorcerme en mi exasperante agonía? Siempre me pregunto ¿Qué podrían ganar?... Qué podrían llegar a perder se no se acercan hacia mi inestable estado de ánimo, busco con alevosía un poco de tranquilidad ¿Qué más que tranquilidad? Si sólo reina la paranoia en mi estado.
Aquí están, ya llegaron. Sus rostros. Hambrientas fieras que no lograron saciarse. Tiernas indirectas se guardan en mi mente. ¿Qué querrán más que joderte? Voy a evitarlos, no deseo mi demencia para con ellos. Están frente a mi.
Empiezan a hablar, qué inertes... cuán fanfarrones son. Escucho grandes y altas alegrías provenientes de la mentira. Piensan. Acumulan resignación.
Hay tanto hedor a azufre en sus fauces, babean y se relamen esperando morderte en el momento y lugar adecuado (saben lastimar de lo más fulero). Caminan de noche, por las veredas que mas duelen... Pero, saben bien que perecen en mi indiferencia descarada (a veces logran más de lo que quiero)...
¿Las indiferencias se razonan como tales? ¿Realmente las tomamos de forma debida? ¿Sufrimos el ‘dolor’ que nos proponen? Las acariciamos de otra manera, tal vez...
A veces pensamos que nos entierran, en realidad, pueda ser, busquen mostrarnos otros caminos, libres, en cierto punto hermoso, que nos bese las mejillas con ternura frágil e indecisa.
Demasiado para tan poco. Te tengo en mis pensamientos. ¿Podría ser feliz?. Puede sonar mucho delirio, de cualquier forma lo intentaré.
Que raro... el sol está asomando y ni quiera lo noté. Camino regreso a casa. El silencio del amanecer agobia mis oídos. Estoy desmesurado y abatido. Espero llegar rápido, aún quedan una cuadras sin espejos que lastimen mi sentir mostrándome lo que soy...
Mi hogar, lógico, irónico, vacío... hasta las aristas quisieran escapar de aquí.
Lunes es ya... amanece, sol de medio día que invita a transpirar, y desprender olor a piel que ya gasté.
Frutos maduros cuelgan de la planta... amarillos... Bajo mi limonero.
Tal vez algún día suceda lo mismo conmigo. La reputación me atrapa en lo agrio y ácido.
Abro los ojos, pensamientos distantes. La razón escapante.
Incandescentes oleadas de sol cacheteando mi importancia; busco alzar mi mano y así alcanzar verticalidad...
Distinguiendo una mirada en mi espejo, la más oscura y fría que vi!
La murga de recuerdos llega a paso redoblado, al ritmo de la matanza a mi cabeza...
Saco de contexto la frase de mi canción preferida y revoleo un seis luces merodeando por mi sien, los pájaros callan, ya el viento no se escurre entre mis dedos... la transpiración en mi mano cargada.
Minutos terribles (tal vez sean segundos) ya no distingo los sonidos, sólo siento el metal que estrujo, mientras el mismo me mide con desprecio...
Listo para salir, y estallar en mil silencios. El tambor quiere trajinar. El tiempo se detiene... el pulso no se siente... A mares de adrenalina... alborotan mis sentidos.
Melancólico sonido que ya no besa a nadie, es sólo el pasar de mi infructuosa música folck. Proviene de mi cuarto, seguro alguien esté allí.
Ya conocía el olor a lavanda, nada nuevo para mi... Alucinando.
-“ Fuiste muy sabio emprendedor” , comenta mi corazón. “ Y presiento que por eso no podés mantenerte en pie”
Levantando la mirada... al final del largo pasillo ya puedo distinguir bien de qué se trata.
Ojos carnívoros, exaltados de lujuria y agonía por la decisión que he tomado... Me da tanto asco, temor, y me siento tan atraído a la vez...
Sé que nadie me ofrecerá nada mejor que ella... (Sé también que me ama, me desea), nada puede complacerme más en éste momento...
Acercándose con una paz espeluznante, mientras rasguña las paredes, dejando rastros agrios como la hiel de una amargura envolvente.
Me ajusta con su podrida mano de vieja recolectora de dolores ajenos, el viento se detiene y arranca continuamente.
Imágenes en el reloj de arena...
-‘Papá Noel dejó de quererte...’
-‘La gente te escupirá toda tu vida’
-‘No existe nadie que te contenga’
-‘No busques quién te quiera’
-‘Necesito amor!’
-‘Nadie de nada de lo que pides’
Las palabras, son tan ciertas que dan escalofríos...
¿Qué más queda? Algo podría ayudarme ahora; cuando ya no ruego por ella, que ya no la necesito.
¿Será que las plantas se riegan cuando están ya marchitas?
Disculpen faltas de ortografía, gramática y de ideas... son cosas que salen y uno no le da tiempo a tomar forma... simplemente lo pasa del cerebro a la hoja como entran las malas noticias.
Rápido y sin aviso...
al no saber cómo reaccionar ante semejante descontrol que causó en mi alma, revolviendo, así, mis más inhóspitos sentimientos, sentimientos puros,
descontrolados que se juntaron en ese pasillo morboso por donde corre mi sangre...
Y ahora trato de alzar mi mano y llegar hasta ella. Su lujuria acabaría con mi lujuriosa avidez.
Saciar mis instintos es lo que deseo, ella enciendo con fulgor esa llama que no todos tenemos.
Juega conmigo, entérate de mi locura, la que carcome desmesuradamente nuestras cabezas.
Hazme entender... recuérdame que aún estoy a tiempo.
¿Vendrás por mí? ¿Te acercaras y sentirás mi insípida culpa? Somos astros que cada vez se alejan más y más... Basta! Acurruca mi dolor con tu ternura implacable, hazme sonreír un instante más... (una suerte de pulsión), un poco de agua en mi desierto árido, ¿Me permitirías ser optimista? ¿Lo harías? Dejarme desconfiar de la idea de que esos putos diablitos me ocultan en la oscuridad de la desolación... Oculta mi temor, que no me vean así, no me veas así! Tantas veces arrodillado y gritando al viento con mi garganta cerrada. Debo frenar esto. Pero, ¿Por qué sólo yo? Tú también me debes recordar (o al menos eso creíamos).
Dulce agonía, Triste alegría. Me desdicho entero...
Ahora sentado en la vieja esquina que nos protegía. Noche oscura, mucha calma. ¿Qué haré ahora?.
Incertidumbre es lo que tengo. Mejor espero. Espero que vengan a buscarme. Ya vendrán aquí estaré. Ellos son esos ignorantes arrogantes que nos delatan la sencilla e improbable soledad.
Justo ahora que no necesito sus hirientes murmuros a mis espaldas; sus sonrisas preparadas, siempre buscando quedar bien (besando al Diablo y a su Dios)
Y con qué razón buscan retorcerme en mi exasperante agonía? Siempre me pregunto ¿Qué podrían ganar?... Qué podrían llegar a perder se no se acercan hacia mi inestable estado de ánimo, busco con alevosía un poco de tranquilidad ¿Qué más que tranquilidad? Si sólo reina la paranoia en mi estado.
Aquí están, ya llegaron. Sus rostros. Hambrientas fieras que no lograron saciarse. Tiernas indirectas se guardan en mi mente. ¿Qué querrán más que joderte? Voy a evitarlos, no deseo mi demencia para con ellos. Están frente a mi.
Empiezan a hablar, qué inertes... cuán fanfarrones son. Escucho grandes y altas alegrías provenientes de la mentira. Piensan. Acumulan resignación.
Hay tanto hedor a azufre en sus fauces, babean y se relamen esperando morderte en el momento y lugar adecuado (saben lastimar de lo más fulero). Caminan de noche, por las veredas que mas duelen... Pero, saben bien que perecen en mi indiferencia descarada (a veces logran más de lo que quiero)...
¿Las indiferencias se razonan como tales? ¿Realmente las tomamos de forma debida? ¿Sufrimos el ‘dolor’ que nos proponen? Las acariciamos de otra manera, tal vez...
A veces pensamos que nos entierran, en realidad, pueda ser, busquen mostrarnos otros caminos, libres, en cierto punto hermoso, que nos bese las mejillas con ternura frágil e indecisa.
Demasiado para tan poco. Te tengo en mis pensamientos. ¿Podría ser feliz?. Puede sonar mucho delirio, de cualquier forma lo intentaré.
Que raro... el sol está asomando y ni quiera lo noté. Camino regreso a casa. El silencio del amanecer agobia mis oídos. Estoy desmesurado y abatido. Espero llegar rápido, aún quedan una cuadras sin espejos que lastimen mi sentir mostrándome lo que soy...
Mi hogar, lógico, irónico, vacío... hasta las aristas quisieran escapar de aquí.
Lunes es ya... amanece, sol de medio día que invita a transpirar, y desprender olor a piel que ya gasté.
Frutos maduros cuelgan de la planta... amarillos... Bajo mi limonero.
Tal vez algún día suceda lo mismo conmigo. La reputación me atrapa en lo agrio y ácido.
Abro los ojos, pensamientos distantes. La razón escapante.
Incandescentes oleadas de sol cacheteando mi importancia; busco alzar mi mano y así alcanzar verticalidad...
Distinguiendo una mirada en mi espejo, la más oscura y fría que vi!
La murga de recuerdos llega a paso redoblado, al ritmo de la matanza a mi cabeza...
Saco de contexto la frase de mi canción preferida y revoleo un seis luces merodeando por mi sien, los pájaros callan, ya el viento no se escurre entre mis dedos... la transpiración en mi mano cargada.
Minutos terribles (tal vez sean segundos) ya no distingo los sonidos, sólo siento el metal que estrujo, mientras el mismo me mide con desprecio...
Listo para salir, y estallar en mil silencios. El tambor quiere trajinar. El tiempo se detiene... el pulso no se siente... A mares de adrenalina... alborotan mis sentidos.
Melancólico sonido que ya no besa a nadie, es sólo el pasar de mi infructuosa música folck. Proviene de mi cuarto, seguro alguien esté allí.
Ya conocía el olor a lavanda, nada nuevo para mi... Alucinando.
-“ Fuiste muy sabio emprendedor” , comenta mi corazón. “ Y presiento que por eso no podés mantenerte en pie”
Levantando la mirada... al final del largo pasillo ya puedo distinguir bien de qué se trata.
Ojos carnívoros, exaltados de lujuria y agonía por la decisión que he tomado... Me da tanto asco, temor, y me siento tan atraído a la vez...
Sé que nadie me ofrecerá nada mejor que ella... (Sé también que me ama, me desea), nada puede complacerme más en éste momento...
Acercándose con una paz espeluznante, mientras rasguña las paredes, dejando rastros agrios como la hiel de una amargura envolvente.
Me ajusta con su podrida mano de vieja recolectora de dolores ajenos, el viento se detiene y arranca continuamente.
Imágenes en el reloj de arena...
-‘Papá Noel dejó de quererte...’
-‘La gente te escupirá toda tu vida’
-‘No existe nadie que te contenga’
-‘No busques quién te quiera’
-‘Necesito amor!’
-‘Nadie de nada de lo que pides’
Las palabras, son tan ciertas que dan escalofríos...
¿Qué más queda? Algo podría ayudarme ahora; cuando ya no ruego por ella, que ya no la necesito.
¿Será que las plantas se riegan cuando están ya marchitas?
Disculpen faltas de ortografía, gramática y de ideas... son cosas que salen y uno no le da tiempo a tomar forma... simplemente lo pasa del cerebro a la hoja como entran las malas noticias.
Rápido y sin aviso...
Ricota
Se sumerge a un redondito
en el agua.
Si el redondito no es brujo...
...se ahoga.
Si no se ahoga, queda
probado que es brujo
y es condenado a la hoguera
y a renacer de las cenizas.
Dichoso es el que ve
Que cielo y horizonte
Condenados están
A tenerse que entender
Juicioso es el que cree
Que no existe partida
En la que no haya que
Arriesgar para vencer
La felicidad no consiste en todo tener
Si no en saber sacar, lo bueno que te da
Ve antes salir el sol,
Un águila o un halcón
Que una legión de buhos en formación
Yo te mostraré
Que todo en esta vida
Lo puedes tener
Si en ti logras creer
Y te enseñaré a vencer a tu enemigo
Que no son los demás
Eres tú, ¡¡eres tú!!
Hay que fracasar
Y a veces fondo tocar
Para ver la luz
Y esta vida apreciar
La felicidad no consiste en todo tener
Si no en saber sacar, lo bueno que te da
Yo te cantaré una nana
Y mi voz te arropará
Y en tus sabana, mi aliento
Las pesadillas se irán
Y algún día se cumplirán
Todos tus sueños se harán realidad
Y mañana amanecerá
El atrapasueños yo soy
Y algún día se cumplirán,
Atrapo sueños, enjaulo el dolor
Y mañana amanecerá
El atrapasueños yo soy.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos...
Vendra la muerte y tendra tus ojos,
el vino triste tendra tus ojos,
la traicion tambien tendra tus ojos rojos,
el fin de la fantasia tendra tus ojos,
Vendra la muerte y tendra tus ojos.
La paz reinante tambien tendra tus ojos tambien, renacera
la vida y tendra tus dos o tres ojos.
Yo tambin tengo tres ojos:
los dos de toda la gente normal y uno mas,
en el medio de la gente diferente, al de los de la vereda
de enfrente....los indiferentes.
Soy amargo y soy diablo
y camino encima de la gente
no naci en Avellaneda pero soy de Independiente
soy creyente, ni paisano, ni payaso,
soy de San Lorenzo de Almagro.
Aquello que me dejo flaco
tiene el blanco de tus ojos...rojos silenciosos,
todo lo que toco, se parece a tus ojos y se rompe,
dueno de un corazon loco que se parece a tus ojos,
vendra la muerte y tendra tus ojos...
Tendra tus ojos...
Groucho...
Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.
Bebo para hacer interesantes a las demás personas.
El matrimonio es la principal causa de divorcio.
Mire que dar una fiesta y no invitarme... He estado a punto de no venir...
Disfruta el día hasta que un imbécil te lo arruine.
Mejor que nos gobiernen las prostitutas porque estamos cansados que nos gobiernen sus hijos.
"Para ti soy un ateo, pero para Dios soy un miembro de la oposición"
La vida es una enfermedad mortal de transmisión sexual.
Bebo para hacer interesantes a las demás personas.
El matrimonio es la principal causa de divorcio.
Mire que dar una fiesta y no invitarme... He estado a punto de no venir...
Disfruta el día hasta que un imbécil te lo arruine.
Mejor que nos gobiernen las prostitutas porque estamos cansados que nos gobiernen sus hijos.
"Para ti soy un ateo, pero para Dios soy un miembro de la oposición"
La vida es una enfermedad mortal de transmisión sexual.
En el hospicio...
Quiero atrapar el sol
en una pared desierta.
Me siento tan libre que
hasta me ahoga esa idea.
Me hace mal la realidad
de saber que el perro es perro
y nada más.
Quiero descolgar al sol,
chapalear entre las hojas,
estirar mi soledad,
correr entre los pasillos
y buscar la realidad
de que el perro no sea perro
y nada más.
Encierro real; claustro de barro.
Sólo sombras, sombras.
Porque supe al despertar
que mis sueños eran ciertos
y mi propia realidad
superó la fantasía
de ser vos la fuerza que
de la nada hizo vida y me la dio.
Porque me dejan pensar
en toda esa gente humana
y después, para jugar,
hasta me atan a mi cama.
Puedo ver la realidad
de que el perro sea perro
y nada más.
en una pared desierta.
Me siento tan libre que
hasta me ahoga esa idea.
Me hace mal la realidad
de saber que el perro es perro
y nada más.
Quiero descolgar al sol,
chapalear entre las hojas,
estirar mi soledad,
correr entre los pasillos
y buscar la realidad
de que el perro no sea perro
y nada más.
Encierro real; claustro de barro.
Sólo sombras, sombras.
Porque supe al despertar
que mis sueños eran ciertos
y mi propia realidad
superó la fantasía
de ser vos la fuerza que
de la nada hizo vida y me la dio.
Porque me dejan pensar
en toda esa gente humana
y después, para jugar,
hasta me atan a mi cama.
Puedo ver la realidad
de que el perro sea perro
y nada más.
A vos, a voz (Perte dos... )
A vos, a voz (Parte dos...)
A vos, amor lúdico, amor añejo A voz de terciopelo,
a voz de gracia A vos, friéndome en la zartén
A voz de búho, a voz de presagio
A vos, terrateniente de mis credulencias
A voz de megáfono, a voz por lo bajo
A vos, que conseguís todo barato
A voz de polilla, a voz de luciérnaga
A vos, que a veces te lleva el viento
A voz de mar, a voz atrincherada
A vos, que tus límitas ya perdiste
A voz distorcionada, a voz angustiada...
Rest In Peace...
A vos, amor lúdico, amor añejo A voz de terciopelo,
a voz de gracia A vos, friéndome en la zartén
A voz de búho, a voz de presagio
A vos, terrateniente de mis credulencias
A voz de megáfono, a voz por lo bajo
A vos, que conseguís todo barato
A voz de polilla, a voz de luciérnaga
A vos, que a veces te lleva el viento
A voz de mar, a voz atrincherada
A vos, que tus límitas ya perdiste
A voz distorcionada, a voz angustiada...
Rest In Peace...
A vos, a voz
A vos, que usas dentífrico bajo los ojos para llorar.
A voz quebrada, a voz dilatada, a voz falseada.
A vos, célula consumista contrariada por ideologías ajenas.
A voz de mando, a voz de esclavo, a voz de trueno.
A vos, sangre coagulada en un tórax, en un cerebro.
A voz desanclada, a voz desenfrenada, a voz iluminada.
A vos, el que mete dos dedos en la yaga, él que tiene la yaga.
A voz de ultratumba, a voz de ultra-mega, a voz de jauría.
A vos inerte sin velocidad, a vos lentitud sin freno.
A voz mía, a voz tuya, a voz de todo.
Que en paz descanses.
A voz quebrada, a voz dilatada, a voz falseada.
A vos, célula consumista contrariada por ideologías ajenas.
A voz de mando, a voz de esclavo, a voz de trueno.
A vos, sangre coagulada en un tórax, en un cerebro.
A voz desanclada, a voz desenfrenada, a voz iluminada.
A vos, el que mete dos dedos en la yaga, él que tiene la yaga.
A voz de ultratumba, a voz de ultra-mega, a voz de jauría.
A vos inerte sin velocidad, a vos lentitud sin freno.
A voz mía, a voz tuya, a voz de todo.
Que en paz descanses.
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