Giré un poco y estabas ahí, ayer
Hoy no, no estás
pero dejaste tu sombra, oscura, manto negro
Ya no escarbaremos en los pechos
en las mentes tibias
Nuestros dedos ya no alimentan
como lenguas secas, como cabras
Solía haber una línea en el piso
la mirábamos con recelo.
La crucé.
Touché!